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Mostrando entradas de 2018

Cuando el amor es condicionado en la Familia.

El amor no puede corromperse utilizado como una forma para manipular. Rotundamente NO! Pero lamentablemente así pasa y desde las fuentes más cercanas que conocemos al nacer: LA FAMILIA. Es muy común, escuchar en el ámbito infantil: "Con ésa actitud nadie te va a querer"", "sé una niña educada (bien portada, calladita, respetuosa) para que te quieran", "si me das un beso te doy un caramelo". Así como en las esferas de los adultos es muy común también sentir (aunque no lo digan directamente) que si no estudias lo que "deberías" estudiar, si no sigues la tradición familiar, si cambias de religión, si amas a una persona del mismo sexo, si no cumples con las expectativas, proyecciones y deseos de las personas importantes en tu vida, entonces el medidor del amor va en caída.  Entonces, por no herir el ego de los padres y demás figuras de autoridad en la familia, y para no sentirse rechazados y condicionados desde el amor, muchas personas

No pongas el candado!

Solemos poner candado al corazón, cuando “fracasamos” en una o más relaciones. Creyendo que el amor bonito y complementario no es para nosotros. Al volvernos inseguros, pasamos la llave y nos obligamos a endurecernos y hasta volvernos incrédulos y cínicos en cuanto a las relaciones. Obviamente de la boca para fuera, porque por dentro seguimos anhelando hacer match con otra persona, ser aceptados, valorados y amados sin tanto drama novelero de por medio. La cosa está, en que luego de una o varias rupturas (sea cual sea la razón) nos cuesta encontrar la raíz que nos lleve a entender, por qué repetimos los mismos patrones de conducta o por qué elegimos el mismo perfil de relaciones; Y es justo allí, donde se tranca el juego pues, comenzamos a inventar hipótesis que poco cercanas son a la realidad. Y en lugar de revisar, profundizar en nuestra historia personal para sanar las heridas abiertas, vamos cerrando puertica tras puertica, dejando sin resolver lo que es vital para avanzar.

Dejar ir y Sostener...

Con frecuencia me descubro diciéndole a los alumnos de yoga o meditación: "suelta", "deja ir", "desecha", con el fin de que liberen aquellas ataduras que les impiden superar ciertas situaciones o acercarse un poco más a su verdad esencial. Pero últimamente, me cosquillean algunas preguntas en la cabeza: ¿Hasta qué punto es bueno soltar? ¿Hay que soltarlo todo, desde el primer momento? ¿Y si sostengo, en vez de soltar? ¿Cuándo sostener y cuándo soltar? Y dadas estas preguntas, surgieron las siguientes reflexiones: 1. Aprender a soltar, implica un profundo ejercicio de desapego y por ende menos sufrimiento. Cuando desde la observación sin juicios, identificamos una situación que reincidente o no, nos produce dolor/rabia/ansiedad/miedo, podemos entrenar para evitar engancharnos y quedar atrapados y colonizados por la emoción. Bajo la premisa de que: NO SOMOS lo que pensamos, NO SOMOS lo que sentimos. 2. Dejar ir, nos permite crear nuevos espacios

Mujeres: vinimos a compartir no a competir!

Siempre me ha parecido curiosa, la manera en cómo las mujeres nos miramos en la calle. De reojo o de abajo a arriba, cual especie de scanner detallando el outfit o la figura. Pero ojalá esa forma (un tanto despectiva) se quedara únicamente en el escenario físico y no fuese el reflejo de los pensamientos que pasan por nuestra cabeza, cada vez que nos topamos con otra mujer... Estamos tan inmersas en esta jungla de competencias y caretas, tan atadas a nuestras inseguridades que terminamos proyectándonos en las otras, desde la carencia y lo que quisiéramos hacer o ser con libertad. Nos hemos dado muy duro entre nosotras, y siento que es tiempo de recuperarnos como tribu, como hermanas, como apoyo, como puentes... Nos invito a que practiquemos algunos de estos ejercicios o todos, para reconocernos desde la complementariedad, desde esa esencia hermosa, creadora y nutritiva que traemos por ser Mujer! 1. Observa (sin juicio), acepta y perdona tu sistema nuclear femenino. Madre, abue

Efecto acumulativo de las pequeñas decisiones.

Todo el tiempo estamos decidiendo, pero ponemos el foco (para bien o para mal) sobre las grandes decisiones. Sin  darnos cuenta que las pequeñas representan un efecto acumulativo poderoso, porque crean las estructuras que sostienen nuestras formas de hacer, sentir y ver el mundo. Esas pequeñas y casi insignificante elecciones, constituyen la magia detrás del telón, o tal vez la parte gruesa, ancha y oculta del iceberg. Enfocarnos en ellas con cuidado, nos ayudaría muchísimo a auto gestionarnos para ser genuinamente felices. El efecto acumulativo y prolongado de las decisiones chiquitas, a menudo se oculta en el distanciamiento (y la poca consciencia) de quien somos, lo que queremos, lo que pensamos, lo que decimos. Sintiéndonos desequilibrados y hasta perdidos aun cuando aparentemente todo parece marchar bien. Por eso te invito a prestar más atención en las decisiones pequeñitas que tomas todos los días respecto a los siguientes aspectos, para que sientas el efecto

Lo que me enseñó el Arroz con leche!

Me gusta el Arroz con leche, cremoso con canela y ralladura de limón al final. Lo he hecho en numerosas ocasiones desde que me mudé y se ha convertido en un postre querido, pero la última vez que lo preparé me quedó fatal (estoy exagerando un poco). Lo de cremoso no pintó por ningún lado y hasta dulce le faltó, en fin nada que ver con los anteriores. Salieron como 12 vasitos pequeños y obviamente no los iba a tirar a la basura, por el simple hecho de que no quedaron como siempre. Así que los guardé en la parte de arriba de nuestra neverita. Cuando mi esposo lo probó, sólo dijo que le había faltado más dulce (ya yo me había adelantado para decirle que habían quedado terribles), entonces le agregó miel y se lo comió. Pero yo seguía inconforme y frustrada, pensando en lo cremoso que habían quedado los anteriores y rechazando mentalmente cada bocadito del actual. La 3ra vez que fui a tomar uno, de mal humor pero casi obligada, por la voz en mi cabeza diciendo: "tantos que no ti

Migrar en Pareja y no morir en el intento! (Parte 1)

Ya sabemos que la vida en pareja es una experiencia bien nutritiva y demandante en cuanto a soltar creencias, crear espacios de comunicación y negociación, construir los detalles en el día a día, solidificar una identidad plural sin perder las individuales. Pero qué pasa entonces en el núcleo de la pareja cuando tienen que reaprender y reinventarse la vida en el extranjero...? Amor con Diáspora dura? Si crees que emigrar pone a prueba el amor, estás en lo cierto! (desde mi perspectiva, que puede o no coincidir con la de los demás). Pues, cuando la ansiedad provocada por el no saber qué va a pasar, si te darán la visa, si conseguirás trabajo, si podrás adaptarte, si los ahorros alcanzarán...entre otros, se mete en la cama, debe haber un lazo bien fuerte y consciente que una los pedacitos rotos de las esperanzas, expectativas e ilusiones que tiene cada uno. Pero si el lazo es débil y  no soporta el peso del desgaste emocional que hay en todo proceso de migración, entonces "adi