"No estás deprimido, estás distraído" estas palabras del gran Facundo han dado en mis clavos! Y es que nos enrollamos y sufrimos porque perdemos el enfoque! Es muy fácil dejarse llevar por la marea de las comparaciones, desligarnos de lo que somos en esencia (y lo que hemos aprendido) pensando en lo que no tenemos que sí tienen los demás. Permitir que la invasión de expectativas sociales comanden el centro de operaciones de las propias, es la condición sine qua non para caer en el hoyo de la insatisfacción y la depresión. Nos aferramos a las personas, cosas y situaciones, idealizándolas y dando por sentado que no cambiaran y que estaremos orbitando alrededor de ellas de forma segura y permanente. Pero lo cierto es que "la única constante es el cambio" y vivir consciente de ello nos hace menos susceptibles al sufrimiento. Cuánto tiempo perdemos enfocando el lente de nuestra cámara personal para capturar lo que dolió, lo que nos hizo sentir minimizados y sin