Hay mucha tela que cortar al abordar la senda del Yoga, disciplina (y
estilo de vida) que combina secuencias de posturas físicas (asanas) con
un trabajo detallado de la respiración (pranayama) para
inducir/desarrollar/entrenar la concentración (dharana) y unir cuerpo,
mente y espíritu a la hora de meditar.
Son muchos los estilos derivados de los antiguos pilares traídos de oriente hacia occidente y puedes escogerlos de acuerdo a tus características y necesidades físicas, emocionales y espirituales Incluso puedes seleccionar únicamente el trabajo corporal o la respiración (aunque te recomiendo que te entregues por completo y vivas la experiencia más bonita y trascendental)
lo importante es recordar que:
1. No necesitas más que ropa cómoda, una esterilla y actitud para emprender un viaje de auto-descubrimiento.
2. Como todo entrenamiento, amerita disciplina y voluntad pues habrá momentos en los que quieras desisitir, sobretodo porque no logras rápido alcanzar alguna postura en especial, sin embargo, recuerda que las asanas no son todo en el yoga, es sólo la parte visible, el resto funciona articulando respiración, concentración, auto-observación, ten paciencia.
3. La práctica es personal (a menos que practiques acroyoga) así que no pases toda la clase o sesión observando a los demás, aprovecha ese tiempo para escuchar tu cuerpo y observarte a tí.
4. Cada cuerpo es diferente así que lo más probable es que no llegues a lograr la postura como tu compañero o como el instructor-guía-maestro-yogui. Acéptate y respeta las dimensiones, medidas y ritmos de tu cuerpo. Adapta la asana a tu biomecánica corporal no al revés, puedes contar con la guía de tu maestro.
5. No te sobreesfuerces, puedes lastimarte y lejos de disfrutar la experiencia estarías compitiendo para ser el mejor, para doblar más, para llegar más lejos. Las bases de la práctica se fundamentan en la estabilidad, comodidad y seguridad que te permiten las posturas. Escucha lo que te dice tú cuerpo y hasta dónde puedes llegar, trátate con cariño.
6. La respiración conciente es vital, así que entrena una y otra vez hasta que consigas fluir entre cada movimiento de tu cuerpo y el ritmo adecuado de la respiración.
7. Suelta tus pensamientos, deja de controlarnos y enfócate en la respiración ya verás como vas integrando cada conocimiento adquirido pero no sólo desde la cognición sino desde la intuición y a través de tus sentidos.
Quieres romper con viejos hábitos y patrones de pensamiento, ganar salud recobrando/desarrollando la flexbilidad de tu columna, mejorar la calidad de tu sueño, soltar los miedos y la ansiedad, terminar con la depresión, aprender a respirar desde toda tu capacidad pulmonar, incrementar tus niveles de energía, sentirte más optimista, centrado, en paz y conectado con tu verdadero ser ?(no el de las capas, las expectativas ajenas, los prejuicios, paradigmas y etiquetas)... entonces te invito a caminar (a tu ritmo) la senda del yoga! Namasté.
Son muchos los estilos derivados de los antiguos pilares traídos de oriente hacia occidente y puedes escogerlos de acuerdo a tus características y necesidades físicas, emocionales y espirituales Incluso puedes seleccionar únicamente el trabajo corporal o la respiración (aunque te recomiendo que te entregues por completo y vivas la experiencia más bonita y trascendental)
lo importante es recordar que:
1. No necesitas más que ropa cómoda, una esterilla y actitud para emprender un viaje de auto-descubrimiento.
2. Como todo entrenamiento, amerita disciplina y voluntad pues habrá momentos en los que quieras desisitir, sobretodo porque no logras rápido alcanzar alguna postura en especial, sin embargo, recuerda que las asanas no son todo en el yoga, es sólo la parte visible, el resto funciona articulando respiración, concentración, auto-observación, ten paciencia.
3. La práctica es personal (a menos que practiques acroyoga) así que no pases toda la clase o sesión observando a los demás, aprovecha ese tiempo para escuchar tu cuerpo y observarte a tí.
4. Cada cuerpo es diferente así que lo más probable es que no llegues a lograr la postura como tu compañero o como el instructor-guía-maestro-yogui. Acéptate y respeta las dimensiones, medidas y ritmos de tu cuerpo. Adapta la asana a tu biomecánica corporal no al revés, puedes contar con la guía de tu maestro.
5. No te sobreesfuerces, puedes lastimarte y lejos de disfrutar la experiencia estarías compitiendo para ser el mejor, para doblar más, para llegar más lejos. Las bases de la práctica se fundamentan en la estabilidad, comodidad y seguridad que te permiten las posturas. Escucha lo que te dice tú cuerpo y hasta dónde puedes llegar, trátate con cariño.
6. La respiración conciente es vital, así que entrena una y otra vez hasta que consigas fluir entre cada movimiento de tu cuerpo y el ritmo adecuado de la respiración.
7. Suelta tus pensamientos, deja de controlarnos y enfócate en la respiración ya verás como vas integrando cada conocimiento adquirido pero no sólo desde la cognición sino desde la intuición y a través de tus sentidos.
Quieres romper con viejos hábitos y patrones de pensamiento, ganar salud recobrando/desarrollando la flexbilidad de tu columna, mejorar la calidad de tu sueño, soltar los miedos y la ansiedad, terminar con la depresión, aprender a respirar desde toda tu capacidad pulmonar, incrementar tus niveles de energía, sentirte más optimista, centrado, en paz y conectado con tu verdadero ser ?(no el de las capas, las expectativas ajenas, los prejuicios, paradigmas y etiquetas)... entonces te invito a caminar (a tu ritmo) la senda del yoga! Namasté.
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